La ruta parte de la Fuente del Hervidero y Cortijo Macareno donde podremos recargar agua y observar la diversidad de cultivos herbáceos y de porte arbóreo así como algunos animales de granja (vacas, caballos, cabras…). Se trata de un recorrido muy variado que discurre en parte entre pinos de repoblación (salgareño y resinero) por lo que es muy fresco en verano, si bien hay miradores naturales extraordinarios para contemplar los picos aledaños, la vega de Granada y las cuevas tan características de estos lares, zonas de plantas aromáticas cuya fragancia nos embriagará y arenales dolomíticos donde podremos admirar incluso vegetación endémica de Sierra Nevada.
Apreciaremos indicios de la gran variedad de fauna (zorro, jineta, tejón, jabalí, cabra montés y ardillas). Y entre las aves habituales en la zona podemos escuchar o divisar al carbonero, el arrendajo, el piquituerto, el halcón peregrino e incluso algún ejemplar de águila calzada o de águila real.
Al final del recorrido circular alcanzamos el Puente de los Siete Ojos que cruza el arroyo del Huenes, que queda oculto por una densa vegetación de ribera. Este cauce nace en el Trevenque y sus aguas proceden del deshielo de la media montaña nevadense y de las afloraciones de múltiples barrancos arenosos que discurren desde la Cortijuela al valle de Colinas Bermejas, Monachil y Granada.
Durante la ruta se utilizarán el tacto para conocer la rugosidad de la corteza de los árboles, las adaptaciones de algunas plantas arbustivas y herbáceas y la textura de las rocas dolomíticas, el olfato para apreciar las fragancias que ofrecen las plantas aromáticas, el oído para escuchar el cantar de los pájaros, el sonido del viento, el sonido del agua y el de algunos animales. La vista también será nuestra aliada, para apreciar las cubres de Sierra Nevada y la vega de Granada desde los miradores que encontremos a nuestro paso.